El cuidador inteligente

“Cambia la perspectiva del cuidador, la responsabilidad es de todos los miembros familiares”

Cuidar es un acto de valentía y generosidad, gratificante en muchas ocasiones, aunque agotador y frustrante en otras. Padres, madres y adultos son los cuidadores de otras personas, menores y mayores. En el afán de obrar lo mejor posible se olvidan de ellos mismos.

La tarea de educar es la más hermosa y a la vez la más difícil de todas las que puedan existir en el mundo. Si a esto le sumas que tu hijo e hija tienen capacidades diferentes, la dificultad es aún mayor. En este contexto, la mejor forma de cuidar al cuidador es cuidarse unos a otros, estar siempre pendiente de lo que pueda necesitar, anticiparse a la ayuda, repartir tareas, en definitiva, hacerse la vía fácil dentro de la unidad familiar.

Este estilo de enseñanza de cuidarse entre todos es inteligente, muestra capacidad de adaptación a las circunstancias y las adversidades. Es el mejor ejemplo que la familia puede dar de trabajo en equipo, creatividad, educación en valores e innovación. Cuidarse es quererse, crecer y vivir mejor. 

Es hora de entender que las madres, padres, abuelos, tíos u otros adultos que asumen una mayor carga de trabajo y responsabilidad familiar en el cuidado de los demás, se merecen tiempo para protegerse, mimarse y dedicarse un tiempo extra a su bienestar y sacar lo mejor de ellos mismos que le haga sentirse mejor.

- Yolanda García Rodríguez -
Doctora en Educación